Hablar de pérdida y desperdicio de alimentos, es también hablar de la pérdida y desperdicio de insumos y recursos como mano de obra, agua, energía, tierras y biodiversidad desde la producción agrícola de dichos alimentos hasta su consumo final, provocando grandes pérdidas económicas y graves daños al medio ambiente.

 

De acuerdo a la FAO (Food and Agriculture Organization of the UN), “el hambre sigue siendo uno de los desafíos más urgentes del desarrollo, pero el mundo produce alimentos más que suficientes. Recuperar tan sólo la mitad de lo que se pierde o desperdicia podría bastar para alimentar al planeta”


En los países industrializados se pierden aproximadamente 670 millones de toneladas de comida al año, significativamente al principio de la cadena de suministro y en los países de ingresos altos y medianos, en la etapa de consumo. En los países en desarrollo, el desperdicio es de cerca de 630 millones de toneladas, principalmente durante las etapas iniciales e intermedias de la cadena de suministro y mucho menos en el consumo. A nivel individual se tiran al año entre 95 y 115 kg por persona, en el primer caso y de entre 6 y 11 kg en el segundo. [1]


 

[1] http://www.fao.org/docrep/016/i2697s/i2697s.pdf 


 Lo anterior equivale a una pérdida anual estimada de 1 300 millones de toneladas de alimentos a nivel global, mientras que 1 000 millones de personas sufren hambre y viven en estado de desnutrición alrededor del planeta. Las causas de estas pérdidas varían de un país o una región a otra, pero la realidad es que se tira a la basura aproximadamente la mitad de la comida que se produce, comida que está en buen estado y fresca.

De acuerdo a la FAO, los porcentajes de pérdidas aproximados por grupo alimenticio son:

Algunos datos de pérdidas anuales:

1.    Los países industrializados tiran a la basura cerca de 286 millones de toneladas de cereales.

2.    Casi la mitad de lo que se produce de frutas y vegetales a nivel mundial es en vano, se pierde.

3.    Se desperdician aproximadamente 52.6 millones de toneladas de carne de los 263 millones de toneladas que se producen.

En cuanto al impacto medioambiental, la FAO estima una producción de 3 300 000 000 toneladas de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano (gas más activo que el dióxido de carbono, aunque menos abundante que actúa degradando la capa de ozono), generadas por la comida desperdiciada.

 

Aunado a lo anterior, se utilizan aproximadamente 1,400 millones de hectáreas para cultivar los alimentos que no llegan a ser consumidos y se desperdicia más agua potable en su cultivo, que la que usa en todo un año en países como China e India.

El  Grupo Técnico de Pérdidas y Mermas de Alimentos reporta que en México[2] se desperdicia el 37% del total de los alimentos que se producen anualmente; esto equivale a 10 millones 431 mil toneladas, lo que representa aproximadamente el desperdicio de 30 000 toneladas de alimentos en buen estado todos los días.

 


[2] http://www.sedesol.gob.mx/boletinesSinHambre/Informativo_02/infografia.html


"La mayor parte se registra en centrales de abasto, tiendas de autoservicio, restaurantes, hoteles, mercados, así como en miles de hogares donde no se planifican de manera correcta las compras ni consumos", dice la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA).

 

Por ejemplo, cuando una fruta o vegetal no cumple con las normas estéticas y de calidad, se desecha en la cadena de distribución y nunca llega al consumidor pese a ser perfectamente comestible,

Otra causa de este desperdicio tiene que ver con el manejo de los alimentos después de la producción agrícola. En un estudio llevado a cabo por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, refiere que las deficiencias en el transporte, la protección contra temperaturas extremas y almacenaje, así como un nulo empleo de tecnología para la conservación de frutas y hortalizas explican el desperdicio de alimentos en México.

En el cuadro siguiente se muestran algunos alimentos de los que más se desperdician en México.


Claudia García Zambrano, ex encargada del área de Comunicación y Difusión del banco de alimentos “Alimentos para Todos”, señala que el problema tiene su centro en los hogares mexicanos: “Dos terceras partes de lo que se desperdicia viene de casa, principalmente por comprar alimentos que no vamos a consumir. La gente compra en demasía, por ejemplo, productos lácteos y luego no se aprovechan”. [3] Pero cuando esto se multiplica en millones de hogares en México y en todo el mundo, entonces se convierte en un gran problema.

 


[3] http://aunamnoticias.blogspot.mx/2015/06/los-enemigos-del-desperdicio-de.html


*Consultora en Producción más Limpia y Eficiencia Energética

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